Opinión: Diseño apropiado es clave para lograr un sistema eficiente

26 · abril · 2017

Columna del profesor Claudio Olguín, docente del Departamento de Mecánica de la Universidad Técnica Federico Santa María.

Variadas son las aplicaciones de agua caliente, las cuales van desde el confort en el uso de la higiene personal, mantenimiento de temperatura en cocinas y otros ambientes, hasta sanitizar espacios, como agente de limpieza y remoción de suciedad.

En este camino, la tendencia actual en relación a los calentadores de agua y equipos térmicos ha sido orientada para que la trasferencia de calor —sea esta por conducción, convección o radiación— aproveche de la mejor forma tanto los principios termodinámicos como la trasferencia de calor para que se puedan optimizar en forma eficiente dichos procesos.

Funcionamiento y consumo

En un ciclo de calentamiento de agua debe existir un sistema o artefacto que capture el calor que viene de la biomasa, de la radiación solar, de la geotermia y la resistividad eléctrica, para que esas calorías sean transferidas a un fluido como es el agua, y a través de un circuito este sea llevado a los puntos de consumo, para que luego dicho fluido sea recirculado, aprovechando todo el calor absorbido por el agua.

Actualmente, no solo se cuenta con los tradicionales calentadores de agua mediante el uso de gas licuado, sino que vemos cada día más colectores solares térmicos, sistemas geotérmicos, aplicaciones de aerotermia y bombas de calor, por lo cual se ha ido integrando tecnología, permitiendo un amplio rango de opciones y, por ende, esto ha hecho que los usuarios también tengan mayores oportunidades de acceder a tecnologías de transformación de energía más limpia.

Uno de los factores más importantes asociado a estas técnicas son los sistemas de mando y control, que se pueden manejar mediante controles remotos, y también a través de plataformas web, sean estos vía computador o celular, y que entregan la posibilidad de conocer las temperaturas, condiciones de funcionamiento y consumo de energía. Es por esto que en el desarrollo de la domótica se están integrando como sistemas inteligentes.

Dado que hay factores fundamentales que cuidar como el medio ambiente, las emisiones de articulados, el ahorro de energía y los recursos económicos; el concepto de eficiencia energética se aboca a determinar un cociente respecto de la energía consumida para lograr calentar una cantidad de agua. Mientras menos energía usada, por unidad de masa de agua, mejor es la eficiencia.

La recomendación, sobre todo, con equipos de calentamiento de agua es considerar un diseño apropiado para las demandas de este recurso, a fin de que este no trabaje en forma forzada. Además, antes de cualquier instalación, es relevante asesorarse de las demandas de agua caliente, del tipo de sistema, de la aislación de los circuitos de agua y, asimismo, realizar planificadamente inspecciones para evitar fugas, revisión de temperaturas y que los equipos siempre tengan sistemas de control y alarmas de falla.

Los desafíos son variados en la actualidad, debido a que existe mayor conciencia y conocimiento en lo relativo a las energías renovables, a los aspectos de cómo poder hacer más eficientes los sistemas, junto con una mayor investigación para sacar mayor eficiencia a la biomasa, la radiación solar, geotermia y otras formas de transformación.

El aumento de la población, de los procesos industriales y servicios hace necesario que existan variadas formas de abordar el calentamiento de agua, a fin de ir reduciendo el uso y consumo de combustibles fósiles.

 

 

 

 

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